Tres alarmas comenzaron a sonar en la red, en su opinión, en el último año: primero se perdió el control individual de la información personal; luego las noticias falsas se desperdigaron como un incendio sin control y por último la facilidad técnica de la publicidad política la hace una amenaza para los sistemas democráticos.
"Inclusive en países donde creemos que los gobiernos tienen en consideración el bienestar de los ciudadanos, vigilar a todo el mundo todo el tiempo es, sencillamente, ir demasiado lejos", escribió, en referencia a la filtración de un número record de documentos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos que realizó Wikileaks. "Causa un efecto escalofriante sobre la libertad de expresión y hace que se deje de usar la red como un espacio para explorar temas importantes, como asuntos delicados de salud, sexualidad o religión".
1) Se perdió el control de los datos personales
"El actual modelo de negocios para muchos sitios ofrece contenido gratuito a cambio de datos personales",
sintetizó Berners-Lee. Y aunque las personas lo aceptan al dar su
aprobación a los términos y condiciones —largos documentos que nadie
lee— no pueden elegir qué datos no quieren compartir, ni qué terceros no
deberían recibirlos. "Dado que nuestros datos quedan encerrados en
depósitos privados, fuera de nuestra vista, perdemos los
beneficios que podríamos obtener si tuviéramos control directo sobre
estos datos y eligiéramos cuándo y con quién compartirlos", escribió.
2) Es muy sencillo que la desinformación se propague en la red
La mayoría de las personas busca las noticias en un puñado de sitios,
redes sociales y motores de búsqueda. Como la ganancia económica reside
en la cantidad de visitas, todos ellos aplican algoritmos para personalizar la información que puede atraer a un usuario a partir de lo que ha elegido antes. "El resultado final es que estos sitios nos muestran contenido en el que creen que vamos a entrar, lo cual significa que la
desinformación, o las noticias falsas asombrosas, impactantes o
diseñadas para atraer nuestras preferencias pueden diseminarse como un
incendio sin control".
3) La publicidad política en línea necesita transparencia
Ese mismo puñado de sitios donde regularmente se busca información
constituye un venero de datos personales. A partir de ellos "las
campañas políticas construyen publicidades individuales, hechas para cada usuario directamente".